Hola, qué tal se ha dado el verano!? sigues aun de vacaciones!? Ainsss yo tengo media depresión de pensar en lo que se avecina. Pero bueno, muy contenta de estar de nuevo por aquí compartiendo esta y otras historias.
Hoy en Queriendo ser madre seguimos con la Historia de Mar y llegados a este punto no os lo queréis perder, ¡¿verdad!?
Al final del post, te dejo los enlaces a los capítulos anteriores por si quieres recordarla o por si acabas de llegar y quieres conocerla ?
Queriendo ser madre. La historia de Mar (VIII)
En el puente de la constitución, el sábado por la tarde, compré un test por descartar el embarazo y ni siquiera esperé para hacerlo. Estaba convencida de que era negativo. Esa misma tarde me lo hice. Había bebido muchísima agua por el tema de la tos que me secaba la garganta pero me dio igual. Salió la línea de control únicamente y salí del baño tranquilamente.
A los pocos minutos, X volvió a mirar y empezó: “Yo veo algo, hay una rayita… tenue pero está. Que hay algo, que es un sí…” Yo miraba y miraba y bueno, algo había pero… eso no era un positivo. ¿O sí? Otra vez a la farmacia a por otro test y a esperar al día siguiente. No os imagináis que noche pasé, y no sólo por la tos…
A la mañana siguiente, pipí al palito y a esperar. X que estaba conmigo en el baño, tuvo que salirse porque estaba tan nerviosa que su presencia me impedía sacar el chorrito. Un segundo más tarde, las dos líneas rosas estaban perfectamente marcadas en el test. No me lo podía creer. ¿Estaba embarazada? Lloramos, yo temblé, dudé del test, leí la caducidad y el prospecto… No me lo creía.
¿Cómo iba a ser posible? ¿Después de tanto tiempo y de un tratamiento fallido? Casi desahuciados… con un “problema profundo” con difícil solución… No podía ser cierto. ¿Estábamos viviendo un milagro?
Mi amiga “E”, quien estaba al día desde que la regla empezó a retrasarse, se emocionó mucho al saber el positivo y la verdad es que no es para menos. Después de haber pasado por un aborto casi al mismo tiempo, llevar años buscando sin éxito con todas las emociones que ello conlleva y ahora las dos embarazadas con un mes de diferencia… Creedme si os digo que en ese instante pensé que había un Dios o un ángel de la guarda o alguien que nos daba la bendición al mismo tiempo para que también pudiéramos compartir esa etapa tan bonita y esperada. No sé si existe algo así pero… vaya casualidad, ¿no? Solo con un mes de diferencia.
Mi mejor amiga, la que ha estado a mi lado todo este tiempo, lloró conmigo y vivimos un momento muy bonito. Mi familia estaba muy sorprendida y contenta, claro, mi madre la que más jeje. Mi hermano pequeño me tuvo que colgar el teléfono cuando lo llamé porque las lágrimas no le dejaban hablar… Bueno, ya os imagináis… Todos habíamos tirado la toalla y ahora este regalo.
Los días hasta poder ir a la primera consulta médica se hicieron eternos porque aún nos quedaba la cosa de si tal vez era un falso positivo o si volvía a perderlo. Estábamos aterrorizados y absolutamente todo era motivo de preocupación. Los síntomas y los no síntomas, los distintos tipos de molestias, cualquier cosa era motivo de preocupación.
Las primeras semanas fueron horribles y lloré mucho porque me sentía mal y discutía con “X” constantemente porque él insistía en que estaba “excesivamente preocupada” y quería que me relajase, algo que en ese momento me era imposible. Sé que él sólo quería que estuviera bien para que el bebé también lo estuviera y porque no querría verme así, claro, pero vayas semanas. Llegué a pensar: así no es como lo imaginaba…
…continuará
Si has pasado por una perdida gestacional, sea en a semana que sea, entenderás los miedos de Mar a que su embarazo pudiera ir mal…yo la entiendo perfectamente. Sí, por fin, Mar estaba embarazada, casi un milagro como ella dice y sus miedos no la estaban dejando disfrutar de su sueño. Qué ocurrirá al final!?
Síiiiii, la semana que viene último capítulo de la increíble Historia de Mar…no puedes dejar de leerla 😉
Dejo los capítulos anteriores de la Historia de Mar en los siguientes enlaces. Animo a leerla, es una historia muy motivadora.
Como siempre os animo a todos a que me sigáis enviando vuestras historias, lo podéis hacer a mamarreir@gmail.com, a través de Facebook o en el formulario de contacto que tengo abajo del todo…¡las espero!
Es una pena que los miedos no nos dejen disfrutar esos momentos tan maravillosos.
Deseando leer el desenlace. Besos
Pues sí, yo lo pasé fatal y luego me daba tant rabia…pero claro, no se puede evitar. Has leído el último capítulo!?