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Queriendo ser madre. Capítulo 40: Horas previas a la punción ovarica.


La ilusión fue dando paso a la incertidumbre en esas horas que me separaban de la punción ovárica. En el último control, me dí cuenta que mis folículos no estaban creciendo como debieran, tampoco sabía nada a ciencia cierta, el Dr. V.M no decía nada, solo se limitaba a contar, a medir mientras que la enfermera iba apuntando, solo recuerdo el número 14, se viene a mi mente, y no es que yo tenga mucha idea de todo esto, pero en las veces anteriores llegué a oír el número 18…siiii, como veis no podía evitar comparar, esto me llevó de cabeza todo el tiempo.

Cuando salimos de la consulta en aquel último control, el día 24/06/11, me sentí muy insegura, no podía evitar pensar en que se podía dar el caso de llegar el día de la punción y que mis folículos no estuvieran preparados, solo quedaban 4 días y en 2 tenía que suspender la medicación…¡la suerte estaba echada! En el hospital se mostraban optimistas, me aseguraban una y otra vez que habría punción, pero yo me encontraba cada día peor física y psicológicamente; cada día más hinchada, no es que fuera un dolor insoportable, pero si una sensación muy molesta. Recuerdo que fuimos a un centro comercial que hay en la capital y en Berska me compré un vestido de estos sueltos de verano, tenía tanta barriga como si estuviera embarazada de unos 4 meses…¡era increíble la hinchazón! En el trabajo sentada lo llevaba fatal, me apretaba la ropa en la cintura, se me ponían los pies para reventar…y solo de pensar que quizá todo aquello era en valde…

Por otra parte, había algo dentro de mi que me animaba a seguir, que me ilusionaba, que me hacía sonreír,  por las noches en mi soledad, cuando mi yo controlador de emociones, que me tenía apartada la mayor parte del tiempo, hacía la vista gorda, me dejaba llevar y me imaginaba el futuro que quería vivir, pensaba en como sería ese verano y aunque todo lo veía borroso intentaba aclarar la imagen…¡me dormía feliz!

A la mañana siguiente todo volvía a la normalidad, por decirlo de alguna manera. Esos días empecé a fingir en el trabajo ante mis compañeras, que no me encontraba bien del estómago, todo para preparar la excusa para faltar jueves, viernes y sábado y también poder justificar esos pinchazos y dolores que me daban en la tripa.

Todas las noches después de los pinchazos, salíamos a dar un paseo, parecía aliviarme, no solo el dolor, si no también aliviaba nuestras mentes…hablábamos y hablábamos, intentábamos disfrutar de esos momentos, hacer de la busqueda de nuestro bebé algo especial, algo nuestro, íntimo…En ocasiones, incluso nos atrevíamos a hacernos confesiones de pensamientos que miedo nos daba de tenerlos en soledad, no, no penséis en sombras o malos presagios, generalmente eran visiones muy bonitas, visiones de familia, de felicidad… Necesitábamos ese desahogo, necesitábamos expresar sin miedo, solo entre nosotros, sin reproches, sin protecciones…necesitábamos que dos corazones fueran uno solo, unidos por una misma causa, una misma esperanza, un mismo sueño.

El 26/06/11 suspendí toda la medicación y me puse la última inyección de Ovitrelle 250 mg/0.5 ml justo a las 22h para desencadenar la ovulación. A las 36h. exactas, es decir, el 28/06/11 a las 10 de la mañana sería la punción… ¡ya no había nada que hacer!

Pasé esas horas deseando con todas mis fuerzas que todo fuera bien, pero como ya comenté en el capítulo anterior, también me refugiaba pensando en que si algo iba mal, era porque aun no había llegado el momento y mejor que pasara ahora.

 …continuará

Capítulo 39

PD: Perdonad que este capítulo haya sido tan corto, pero no quería empezar una de las partes más importantes de todo el Queriendo ser madre para dejarla a medias hasta después de Navidades, lo que viene a continuación quiero dejarlo plasmado con detalle, no olvidarme de nada, hubiera sido demasiado para un capítulo y no quería partirlo, más aun cuando ahora con las fiestas está sección cierra por vacaciones…pero solo está, el blog sigue abierto con otros temas.

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45 comentarios en «Queriendo ser madre. Capítulo 40: Horas previas a la punción ovarica.»

  1. Qué pena me da que haya que estar escondiéndose en el trabajo… realmente estos tratamientos son algo muy íntimo y una es totalmente libre de no querer contar esa parte de intimidad a sus superiores. La de mujeres que habrá que estas ausencias les supongan una importante traba laboral… y no olvidemos las que ni por asomo lo contarían, seguras de que perderían su trabajo al conocerse que está buscando quedarse embarazada. Todo son «facilidades» cuando cuesta ser mamá 🙁

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    • Mis superiores siempre lo supieron, más que nada porque luego les llevaba los justificantes. A quienes se lo oculté fue a mis compañeros por miedo a que pasara de nuevo y no me apetecía contestar a preguntas.

      Yo no tuve ningún problema, la verdad.

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  2. ayyy espero emocionada el siguiente…nos vas a dejar así todas las vacaciones???? anda, puedo pedir el siguiente capítulo como regalo de papa noel???? jejeje 😉 feliz navidad que disfrutes mucho de tus dos hombretones

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    • Yo también confio mucho enmi intuición y esos pensamientos que me llegan y por el momento nunca me han fallado tanto para bien como para mal. Gracias por leerme.

      Besosssssssss

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    • No sabes la alegría que me da verte por aquí!!! ayy déjame que te de un abrazo!!!…Tu sabes mucho, no!!??? yo creo que de las que más…

      Besazo en toa la cara y otro para M.

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  3. Y una vez más nos vuelves a dejar con la miel en los labios… eres única creando intriga hija mía. Ahora a esperar hasta después de las fiestas… bueno, qué se le va a hacer? Aquí estaremos impacientes cuando vuelvas con la sección 🙂

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  4. Ufff como te entiendo….pero ya queda poco para la bueno! Es inevitable comparar pero siempre se ha dicho que mas cantidad no tiene por qué ser mas calidad…. Pero es verdad que siempre nos lo planteamos todo! Me gustaría escribirte un correo y contarte algunas novedades que me han pasado en IVI, creo que tu experiencia me puede ayudar mucho y quizas despejarme alguna duda, siempre que te parezca bien… Muchos besitos guapa

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    • Mar por favor, no tienes que pedirme permiso, puedes escribirme lo que quieras, más aun cuando te debo un correo yo a ti. Espero ese correo impaciente y ya te comento lo que quería decirte yo a ti.

      Besosssssssssss

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  5. Me parece bien que lo dejes aquí, es un momento importante el que suponemos que nos vas a contar, y si se necesita la máxima concentración. Yo hubiera perdido -si no lo he hecho ya- casi todos los recuerdos de los nacimientos de mis hijas.

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  6. Joooo, ¿nos vas a dejar así? Snif, snif… Yo que pensaba que hoy era el gran día… Bueeeeno, venga, pondremos a prueba nuestra paciencia y te recibiremos después de las fiestas con muuuchas ganas de que lleguen los jueves 🙂 Un abrazo

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    • Hombreeeeeeee no quiero echar en falta a nadie, eh!!!?? Por cierto, leí tu correo y tengo pendiente contestarte, no me olvido!!!

      Besosssssss

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  7. Vaaaale, acepto que esta sección se vaya de vacaciones… Pero que sepas que estoy deseando de que vuelva 😉
    Seguiremos por aquí leyendote. Un besazo guapa

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