Desde que tuve a mi bebé de ojos azules, hace ya más de un año, en mi rutina diaria hay muchas horas muertas. Y es que mi niño tiene la particularidad, para muchos la mala costumbre, de solo querer dormirse encima de mi y con la teta…¡con la cantidad de siestas que hacen los bebés! A esa pérdida de tiempo tenía yo que ponerle solución porque me estaba hirviendo la sangre. Así que me propuse aprender inglés.
Es de esas cosas que hace siglos que tengo pendiente y que por una cosa u otra no he encuentrado el momento de ponerme en serio con ello. Y es que hoy en día, si no sabes inglés todas las puertas se te cierran en las narices. Sobre todo en este mundo de internet, páginas webs, redes sociales…y un niño en un colegio bilingüe, ¡ainsss esas tardes de –«mamá ayúdame con los deberes».

Pues así, iPad en mano y niño en teta, igual que pretendo hacerlo, me puse a buscar cursos de inglés recomendados que se ajustaran a lo que yo necesito, a lo que me puedo permitir y se adapte a mi vida diaria con un bebé, pocas horas de sueño y mucho cansancio.
Entonces…
¿Qué le pedía yo a un curso de inglés?
-Tenía que ser online: No es plan de estar de un lado para otro con un bebé durmiendo en brazos jejeje. Lo suyo sería hacerlo desde la comodidad del sofá, cama o donde buenamente pudiera incluyendo la casa de la abuela.
-Que tuviera horario flexible: Aunque haya clases en directo, yo necesito poder acceder a las grabaciones en cualquier momento. Porque de lo que se trata es de poder ponerme a aprender inglés cuando mi bebé durmiera o en general cuando tuviera un ratito libre.
-Que fuera práctico y fácil de llevar a cabo: Esto es muy importante, que hay algunas formaciones tan densas y aburridas que parece que no vas a ver nunca la luz al final del túnel. Además nada de apps complicadas.
-Que me permitiera practicar el inglés oral: Es como más se aprende. Os confieso que yo empecé a aprender inglés con 6 años, llegó un momento en que me desenvolvía bastante bien, peeerooo hace tanto tiempo que no practico, que he perdido toda la habilidad.
-Acceso fácil a todos los recursos: Que me facilitaran recursos prácticos pero sobre todo cómodos para mí; libros, pelis, series…que pudiera ver en casa tranquilamente en mi televisor, PC o iPad.
-No muy caro: Que eso también anima a empezar a aprender jejejej.
Pues ya solo me queda echarme pa’lante y ponerme manos a la obra.
Espero que no me resulte muy complicado. Según vea, oye que igual me animo y no paro, que ya me estoy preguntando otra de las cosas que siempre me inquietaron, cómo aprender diseño gráfico sin morir en el intento ni gastar mucha energía.
¿Alguna de vosotras ha sacado provecho a la maternidad de esta forma? Contadme en comentarios.
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