Siempre pensé que esto de perder las cosas o que nos las cambiaran, no iba a ir con nosotros. Ingenua que es una!. Todo cambió cuando mi tesoro comenzó el colegio y empezaron a advertirme de que cualquier día en lugar de recoger a mí niño, iban a darme a otro jejejejej. Fue entonces, cuando por casualidad y como solución a todos mis temores, llegó a nuestras vidas Petit Fernand y sus etiquetas.
Seguro que muchos de vosotros ya las conocéis y usáis. Esta pequeña empresa surgió por el mismo temor de una madre a que sus hijos lo perdieran todo, si es que lo que no inventemos las madres…y cada vez se ha ido especializando más y ahora hacen auténticas maravillas.