En estos días en los que estoy pasando por consulta ginecológica con más frecuencia por los controles del tratamiento, me ha dado por pensar lo que han significado para mí las ecografías durante todo mi periplo en busca de la maternidad, y como estás han ido moldeando mi destino, unas veces para mal y otras para bien, durante todos estos años. Como supondréis, aunque se usan como diagnóstico para multitud de procesos, en esta ocasión me estoy refiriendo a las ginecológicas, en ese sentido, creo que han sido una auténtica revolución.
En embarazos normales o naturales juegan un papel muy importante; ¿os han contado vuestras madres como nos tuvieron sin saber nada de nada en los nueve meses!? bueno, a lo mejor estoy pecando de ligera porque no todas sois tan viejunas como yo jejejeje, el sexo del bebé era ¡sorpresa! tenían que comprar toda la ropita y accesorios en blanco, verde o amarillo jejeje. Pero sin duda, lo más importante es la tranquilidad que ofrecen, ¿cómo debía ser todo un embarazo sin saber que estaba pasando ahí dentro!? supongo que habría casos en los que el hecho de no existir las ecografías pudo suponer problemas importantes, por ejemplo en mi caso, si hubiera sido una mujer de aquellos tiempos, no sé lo que hubiera pasado, bueno, si que lo sé, para empezar ¡¡no hubiera pordido ser madre!!
Ahora tenemos la suerte de poder acceder a esa tranquilidad de la que hablo fácilmente; podemos someternos a tratamientos de fertilidad, por menos de nada acudes al médico y lo primero que te hacen es una ecografía para ver si tu bebé sigue bien, puedes llevar el control del embarazo tanto por la sanidad pública como por la privada y ambas incluyen este tipo de diagnóstico, además de ir por tu cuenta cuando te apetezca a ver a tu bebé ya que cada dos pasos hay ofertas y descuentos en ecografías en Sevilla, Madrid, Barcelona o cualquier otra ciudad española…aunque menos posibilidades por desgracia tenemos en los pueblos…lo que hubiera dado por ver a mi bebé más amenudo!
En el caso de la Reproducción Asistida que es lo que a mí me toca de cerca, es indudable que son un gran apoyo. Ya os he contado en varias ocasiones que durante la estimulación ovárica en la fecundación in vitro tengo que pasar por una serie de controles cada cierto tiempo para ver como mis ovarios van reaccionando a la medicación, pues dichos controles no son más que una ecografía para hacer un recuento y medición de los folículos que voy produciendo. Nunca le dí demasiada importancia a este tipo ecografías, siempre fueron algo más dentro de todo el tratamiento, hasta el otro día, fue en uno de estos controles, cuando la visión de mi vida inmediata y quizá también de la futura, cambió por completo; me senté en ese sillón (tan cómodo que tienen los ginecólogos para verte hasta las amígdalas) pensando que este verano luciría tripita y me bajé…pues eso, me bajé pero de verdad, de sopetón y en el mismo verano me sentí perdida, frente aun muro que no me deja ver más allá…en ese primer control, con esa primera ecografía me cancelaron el tratamiento porque vieron que no estaba respondiendo a la medicación como debía, una vez más tuve que inventarme un nuevo futuro a toda prisa, una senda por dónde seguir caminando.
Los que habéis leído Queriendo ser madre sabéis que he sufrido dos abortos y que supe que habían ocurrido en una ecografía rutinaria…hacía semanas que su corazoncito había dejado de latir en ambos casos…¡aun recuerdo esos momentos y me estremezco!, entonces si es verdad que todo cambió, deje de vivir para simplemente dejarme llevar por la vida, todo se dió la vuelta, tuve que reinventarme totalmente…y a veces pienso, ¿¡qué hubiera ocurrido si no lo hubieran detectado a tiempo, mi salud hubiera estado en peligro?
E imaginaros lo que fue el embarazo de mi tesoro, constantemente pensado en que todo podía volver a repetirse…imaginaros lo que era para nosotros cada ecografía hasta que el ginecólogo decía eso de «todo está bien»…ufff entonces respirábamos y a la vez lo importante y tranquilizador que era cerciorarnos cada cierto tiempo de que todo seguía su rumbo.
Y es que cuando pensamos en una ecografía y la situación que ello conlleva, todos nos imaginamos ese momento en el que vemos a nuestros bebés, en definitiva un momento feliz, pero como veis, y como muchos de vosotros sabréis, esto no siempre es así, de ahí mi relación de amor-odio con ellas, porque de una forma u otra, siempre ha habido un antes y un después tras una ecografía.
Yo solo me hice las reglamentarias y alguna en urgencias y yo creo que volvería hacer las mismas en un futuro, igual como mucho una antes de las 12 por comprobar que está bien situado… Porque sí que consideró que en la seguridad social tardan mucho en hacer la primera.
Las ecografías han sido un avance brutal, como todo lo relacionado con la medicina tanto en embarazos comos partos…yo me imagino aquellos partos de hace siglos sin ningún medio y madre mía, tremendo!!! la verdad que no ´se de cuándo son las ecos, mi madre sí que supo nuestro sexo y también supo lo de los mellizos… lo que no supo es que uno venía con labio leporino y a mí ya me lo han mirado en la semana 12 de cada embarazo… No es que me importa, se opera cuando nacen y listo, pero así te vas mentalizando!!! por cierto, creo que no podría estar 9 meses sin saber el sexo del bebé, jaja
Cierto tranquilizantes y asustadoras en casos como el que mencionas, a pesar de eso, que suerte que tenemos esta tecnologia
El problema es que cuando has tenido una mala experiencia en una eco, siempre vas a tener miedo de que vuelva a pasar. Es inebitable.
Un besote.
Pues eso es lo que me pasaba, que aunque en el embarazo de UNMF todo iba bien, las ecos eran una pesadilla hasta que salía.
Pues la ecografías, efectivamente cuando todo va bien son geniales, pero cuando todo va mal, puff, es lo peor. Lo malo yo creo que es que cuando has tenido una experiencia mala, lo normal es ir con miedo a las siguientes.
Un besote.
Para mí siempre fueron malas aunque al final acababa saliendo feliz, pero les temía muchísimo…Muchas gracias por tu visita!
Supongo que como ellas no vivieron otra cosa…pero vamos, que no sé como podían.
Yo nunca he pasado por un aborto ni por reproducción asistida, pero sí que es cierto que a pesar de eso cada vez que voy a hacerme una eco ese día estoy como nerviosita hasta que me tumbo y me dicen el «alles OK». Y como dices nuestras madres sin saber nada de nosotros en los 9 meses, es que ahora lo pienso y me parece tan raro!
Desde luego, hemos vivido ecografías completamente diferentes. Yo sólo tuve las 3 reglamentarias de la Seguridad Social y otras 2 antojos de este hombre, pero ya me parecieron excesivas. Iba ilusionada por ver a mi bichilla, pero aún así ¡creo que tuvimos demasiadas! Nunca he ido a la consulta con miedo, aunque ese momento en el que el experto confiesa que todo está bien es de relax total. Supongo que en el fondo, aunque no queramos pensar en la posibilidad de toparnos con ninguna complicación, esa sombra siempre está ahí.
Ay yo si no hubiera tenido los abortos…pero desde el primero eso ya fue un sinvivir, menos mal que mi gine ya lo sabía y lo primero que hacía era tranquilizarme en el embarazo de UNMF…y con todo y eso lo pasaba fatal.
Me pasa como a ti hasta que no veo que esta bien la eco me da un miedo buffff
Uffff si es verdad, qué mal se pasa!
Sí lo he pensado muchas veces. Qué «simples» y qué importantes son… menos mal que la medicina avanza y con procesos muy rápidos y sencillos se puede saber mucho.
Ya verás como la próxima te trae un momento de felicidad! Bss
Uffff simples, pero y lo que suponen a veces!?
Es verdad lo importante que son las ecos pero los sentimientos contradictorios que nos hacen sentir a veces. Ya veras como en la proxima tienes tus ovulos por todo lo que valen jiji
Lo increible que son cuando todo va bien pero siempre queda el «y si…»