Por suerte o por desgracia me aficioné al «queso» a muy temprana edad, para otras cosas he sido más tardía, pero para esto me colé de precoz, lo reconozco. Oye y le tomé el gustillo rápido, tanto que UPMF y yo nos hinchábamos de “queso” en aquellos tiempos de noviazgo…aishhhhh la juventud, ¡qué derroche!…de ese picantón, que va aumentando de sabor conforme te lo vas comiéndo y que rasca en la garganta, una mezcla de placer y molestia, dejándonos al final el mejor sabor de boca, que incluso comentábamos, comparábamos, nos costaba olvidar y nos hacía repetir una y otra vez…repito ¡ay que ver lo que hace la juventud!
Antes del embarazo de mi tesoro, a ver tampoco voy a fardar, pero si, comíamos “queso” muy a menudo, además todo tipo de “queso” dependiendo del momento en el que nos apetecía. Y aunque yo siempre he sido más de “queso” para el postre, no puedo negar que en el desayuno tampoco está mal y bueno, ya sabéis, cenar “queso” es todo un clásico. ¡Que alegría para el cuerpo, continuamente comiendo, a cualquier hora “queso”!;
probando nuevos sabores, nuevos formatos, para que el paladar no se viera afectado por la rutina.
probando nuevos sabores, nuevos formatos, para que el paladar no se viera afectado por la rutina.
Durante el embarazo, ¡mira qué aborrecí cosas! pues no, el “queso” no fue una de ellas, para mi desesperación, porque el que lo aborreció fue el exageradofuturopadre, claramente fue en estos momentos de tensión culinaria en los que se ganó este apelativo, bueno y algunos más. ¡Cachis en los mengues!, en ese estado de revolución hormonal, ¡¿me dejas sin “queso”?!. Excusas tontas de chiste como que le iba a hacer daño al bebé ¡¿si claro, quizás en la frente?!…¡ayyyyyy el ego masculino!. Pues nada, no consintió, ni siquiera de ese blanco desabrío que pasa sin pena ni gloria, ni siquiera en quesitos o pequeñas porciones, vamos ¡ni olerlo me dejaba! que mi barrigón y el “queso” eran incompatibles, ¿pero en que quedamos, no te preocupaba hacerle daño en la frente?, bueno que tonterías. Mira que le expliqué que el “queso” no solo no era malo en el embarazo, sino que era recomendable, pues nada de nada, incluso que favorecía la elasticidad de cierta zona, por lo que facilitaba el parto, ¡qué cosas! ¡¿quién lo diría del “queso”?! La verdad es que toda la culpa no la tuvo él, a mi me daban unas sueñarreras, que ni “queso” ni “san queso”, ya estaba dando cabezazos en la mesa antes de cenar, ¡como para esperarme al “queso”!.
Tenía puesta la esperanza en el revivir del segundo trimestre y si que reviví, si, me apetecía “queso” a todas horas, ¡que desesperación por el “queso”! y cuando ya lo tenía medio convencido y para su alivio, me declaran embarazo de riesgo, jo jo jo, mi gozo en un pozo, nunca mejor dicho…che y esto fue con 18 semanas…¡casí na!.
Después del parto, para colmo cesárea, fui yo la que me puse a dieta de “queso”, me cerré completamente (léase textualmente), ¡claro no se favoreció la elasticidad de la zona en su momento…!. Ya sabéis, las hormonas que hacen que las cosas no te sepan igual y algunas incluso al borde del aborrecimiento, luego todo el día peleando, ¡como para comer “queso”!, y esos kilacos de más, ¿cómo me iba a apetecer “queso” si me quedé hecha una vacorra con un sujetador de lactancia feo de huevos? si, que ya se que la ropa interior sexy no tiene nada que ver con comer «queso», ¡¡pero no me negaréis que ayuda!! y más en estos momentos…ayyyyyyy si hasta recuerdo el día, que nervios, peor que la primera vez!!!
Poco a poco, la cosa ha vuelto a una pseudorrealidad conformista. Comemos “queso”, pues cuando nos deja nuestro tesoro, no es plan de comerlo delante de él y como lo tengo todo el día pegadito a mi y para colmo duerme fatal…En la actualidad me decanto por el queso fresco, no nos queda otra, si, ese que solo le notas el sabor cuando ya se ha acabado y a veces ni eso. Bueno, comerlo a escondidas y deprisa, mmmmmm, bastante deprisa, tan deprisa que a veces mi cerebro ni asimila que lo está comiendo, también tiene su gracia. Lo que yo daría por un buen queso curado y recrearme el paladar sin prisas, saborearlo sin estar pensando en no hacer ruido con los cubiertos (que si me entiendes), ser interrumpida porque mi tesoro me llame o lo que es peor, se presente en la es-cena si avisar…¡en este caso el «queso» puede ser muy indigesto!.
Chicas no hagáis que la maternidad sea incompatible con el “queso”, dedicarle su tiempo, si no puede ser un Cabrales de intenso sabor pues uno de Burgos, ¡hay que probarlos todos!
Y a las que estáis embarazadas en este momento, un buen piscolabis nunca viene mal, ¡que no os la den con “queso”!
Bueno, y ya dejo el temita que creo que me he repetido más que… la morcilla, jajajja.
Y tras tanto queso, un beso…de Una mamá muy feliz.
Jajajajajajajaja, québueno!!!!!!! Yo durante el embarazo quise queso a todas horas, y él también, pero después…me hicieron episioromía y tenía un miedo horrible, y aunque luego no me dolió como yo pensaba estuve con una sensación rara una temporada.
Al final todo vuelve a su ser y ahora que he llegado a los cuarenta he vuelto a quesear que no veas, ni to me lo creo, jejeje. Un besín.
Jajajajaj igual que yo hija, luego lo aborrecí un poco, bueno, bastante. Si al final todo vuelve a su ser, más rápido pero vuelve jajajajaja
Jajaja cuando he empezado a leer he pensado,pues a ver que cuenta,algún queso nuevo que le han recomendado jajjaja y luego lo he releído y ya!!
Ayy nosotros con lo que éramos también ,empacho de queso! y estamos parecidos ahora con la peque durmiendo al lado y poco,sólo podemos aprovechar sus siestas y oye es poco queso pero sabe de maravilla jijiji
Besos
Ea hija, ahora es lo que toca!!! al menos antes la dieta de queso era importante, así que nos quiten lo bailao…poco a poco iremos recuperando la cantidad, ahora apostamos por la calidad jejeje
Besosssssssssss
Buenísimo!! Me encanta el queso, sí señor… pero ahora mismo no hay tiempo ni de ir al super a comprarlo… y el de burgos es tan light que parece de los de marca blanca! Jajaja A ver si vamos cogiendo práctica en esto de degustar 🙂
Jajajajajaj pues ya ves, nosotros aun lo consumimos muy de vez en cuando!!! si, poco a poco se va cogiendo la práctica de nuevo…o a cogerle sabor al de burgos…
Jajajajaja al principio me lo he creído pero me sonaban muchas cosas raras jajajajaja hasta que he caído y lo he vuelto a releer!! Madre mía que cortita! Pues mira yo todo lo contrario chica, si aun caso en el segundo trimestre un poco mas me apetecía queso pero no te creas que algo exagerado.
Besazoos!
Jajajajajajaj no mujer, te he pillao despistada! A mi al final se me pasó y yo cre que aun no me ha vuelto jejejej
jaja, lo qué me reí ayer leyendo lo del queso, jodida. No sabía yo que eras tan quesera. Mira, a mí en el primer trimestre me apetecía muchísimo el queso, me sentía especial, sexy, la leche. Y veía a mi pareja como un portento queseril. Ahora, con el niño, ya ni comer queso se puede, ain!
Jajajajajaj me parto!!! un portento queseril!!!??? y ahora es «lo verás, pero no lo catarás» jajajaj…ayyy qué pena, así estamos todas!!!
jajajaajja me meo!!! yo tambien tengo ganas de comer queso a todas horas, pero amorcin no esta x la labor, xk dice que le puede pasar algo al bebe!!! jajaja , pero vamos, que de esta noche no pase que pruebe yo el queso!!!! besitos
Ayyyy estos hombres, que de responsables se cuelan! Claro que si, un piscolabis aunque sea…
Jajajajaja estoy muy espesa yo esta noche, hasta mitad del post no me enteraba del «queso». Pues chica yo quería «queso» a todas horas durante el embarazo, pero cuando la barriga comenzó a crecer Papidire decía que le daba cosa ser 3 comiendo «queso» vamos que me puso a dieta hasta después del parto, eso sí la cuarentena se quedo en veintena que yo ya no podía más. Besotes!
Jajajajja no te preocupes hay alguna que otra espesilla!!! pues igual decía UPMF que le daba cosa…y a la que le iba a dar algo era a mi de la abstinencia!!!
Besosssssss
Me he reido un montón!!! de vez en cuando saborear un buen queso viener genial, aunque a veces me tenga que conformar con tranchetes… ainnss yo me apunto siempre a un aperitivo de queso, me da igual cual, por si salta la liebre, que aún no he perdido las esperanzas 😉
Ja ja ja estaba tan obcecada con que odio el queso que no me di cuenta de lo que realmente hablabas hasta el final….. Que boba me siento. Se nota que no ando yo últimamente muy en ese tema.. Ejem
Con niños tan demandantes es realmente difícil verdad?
Me matas jejejejeje. Pue sa mi me pasó lo contrario que a tí, durante el embarazo comíamos todo el queso que queriamos… pero con el tema de la lactancia a mi se me fueron las ganas completamente… lo que menos me apetecía era queso! Pero eso sí, ahora que hemos acabado con la lactancia he vuelto a mi ser, me apetecen quesos de todo tipo: de Burgos, cabrales y hasta quesitos jejeje
Yo en el embarazo quise, pero no hubo quien convenciera a UPMF y luego con declararme embarazo de riesgo…La lactancia y el queso son totalmente incompatibles…Alaaaaaaaaa venga despiporre queseril!!! venga a recuperar el tiempo perdido!!!
Jajaja qué post tan genial!!! Nosotros estamos en esa fase en la que comemos tanto queso que quizás muramos de sobredosis jajaja no vaya a ser que aparezca un bebé por aquí y nos quite el tiempo y las ganas de ponernos morados a queso… Tenemos que aprovechar!!
un besito!
Jajajajja gracias!!! jajajaj me parto, hija que derroche!!! aprovecha, que luego ni olerlo querrás…ayyyyyy cómo se nota la juventud, qué alegría!!!
JaJajaja, me parto de la risa. Hay que ver lo que me haces reír hoy,aunque otras veces lloro y mucho… Hoy no, si es que me estoy viendo con lo que escribes!! Que razón tienes… Da igual aunque sean quesitos, lo que importa es lo que importa. Besos
Hija mía no va a ser todo penurias!!! si, pero es que aveces ni quesitos apetece… sobre todo si estamos en racha de noches toledanas!!!!
Besossssssss
Aquí también fuimos muy aficionados al queso durante el embarazo pero niña desde que llegó la bichilla ¡se me va poner hasta rancio! Porque no me apetece nada de nada. Y sé que hay que hacer un pequeño esfuerzo, retomar la motivación por el queso, pero es que ni uno pequeñito de El Caserío me suele apetecer. ¡Qué pena de vida!
Eso es la teta!!! a mi me pasaba igual y ahora medio medio, pero entre las malas noches, el colecho y la teta…muy mal para el queso!!!
jajajaja, mira tú por donde que acabo de comer queso ahor mismito en la mesa del comedor, ajjajajajaja… mientras la peque que está malita hace la siesta…
Viva el quesoooooooooooooooooooooooooooooo
Me parto contigo, eh!!! di que si, a medio día y en la mesa…cómo debe ser!!!! Pues vivaaaaaaaaaaaaa
Qué panzada de reír!! Genial post!! A nosotros también nos encanta el queso baja, en el embarazo no lo dejamos, sólo las primeras semanas por el miedo, y al final del w!embarazo como no nacía el niño, nos hinchamos de queso a ver si así se animaba jaja… Es cierto que cuesta volver a la dieta normal después de tener un bebé, pero no hay que dejarlo!!!
De lo que me han dado ganas de verdad al leerte es de comer un buen trozo de queso, de cualquiera, aunque sea una lonchita de esas de queso fundido, pero del de verdad. Que yo era muy quesera y con lka alergia es de las cosas que más echo de menos!!
Me alegra haberte animado un poco hija!!!! si ya se que no hay que dejarlo, pero hija, que no hay ganas!!!!
Ayyyyyy siento haberte recordado lo prohibido!!!
Me he visto a maridin y a mi en vosotros!!! también somos super queseros, y siempre estamos probando nuevos quesos, nos encanta! pero sabes que? Maridín se pondrá igual que el tuyo cuando llegue el momento, porque, ahora ya no, pero al principio de la búsqueda me hacía dejar de comer embutidos en mi fase lutea!!!!!!!!!
hasta que le dije «basta ya!!!!!» y le expliqué que no podía hacer vida de preñada sin estarlo…que tampoco estábamos tan locos…
Cuando consiga preñarme, va a ser un dictador en toda regla…lo veo venir!
Jajajjajajaj ya verás!!!! nosotras estamos condenadas a estar a dos velas por miedo a que el queso nos haga daño!!!
Me parto!… Y si, eramos de los que el queso formaba parte de nuestra dieta y ahora no. Pense que lo extrañaria mas, pero no es el caso. A ver si nos ponemos manos a la obra! que somos de esos que empiezan algo, se hinchan a queso… queso todos los dias a toda hora durante un tiempo y luego ya no mas queso. Creo que mucho tiene que yo no me encuentro comoda… como tu dices, la ropa, los kilos no me sientan bien para sentarme a disfrutar un buen plato de queso, y para colmo el crio demandante hace que tenga que ser rapido y no disfrute las cosas como deben ser!
En fin… a ver si se soluciona lo del queso! 🙂
Es verdad, a nosotros nos entra muy fuerte y se ve que nos empachamos y ya hasta se nos olvida la última vez!!!! Las hormonas nos están privando de queso, si!!!
Lo que me he llegado a reír!! Lo he leído a eso de las 2h de la madrugada mientras intentaba dormir a I, y me has hecho el ratito más ameno.
Te sigo!
Un beso
Pues la hora justa de comer queso!!!! jajajaj no has tenido un piscolabis!!!???
Gracias por seguirme. Besossssss
Ayyy el ‘queso’, que complicado se nos está haciendo comérnoslo tranquilamente, con lo que nos gusta jajaja. Pero bueno, siempre hay algún momento libre para ir a la ‘despensa’ a comer un cachito rápido, pero no sabe igual de bien…
Jajaja te ha quedado un post muy lácteo, me encanta.
Besote.
Los lacteos son imprescindibles en la dieta…en la despensa!!!! jajajajajaj, bueno más de una nos vamos a tener que meter ahí para comer queso…
Besosssssssss
Mujer, lo de la despensa es un decir (aunque es buena opción), en el despacho, en el baño, en el salón… cualquier sitio es bueno para comer queso 🙂
Pues eso, un decir, que del dicho al hecho…es verdad,el caso es comer!!!
Jajaja ay ay pero el queso fresco no tiene nada que ver con.el cabrales…..
No, hija pero al no haber pan, buenas son tortas!!!!
Queso!!! Yo soy una completa ratona. Tengo que hacer grandes esfuerzos en el super par ano comprar sólo queso, de todo tipo… Además, me encanta coger queso en ratos muertos, que te acercas a la nevera, y qué ves? queso!!
Bueno y a lo que vamos…el sexo qué tal!!???
Muy bien, voy a dormir ahora muy a gusto. Los vecinos lo habrán flipado.
Olé tú!!! di que si!!!
jajajja me ha parecido una entrada muy divertida! Intentaré convencer a mi marido , porque me pega que el tampoco va querer nada de queso durante el embarazo! jajaa
Y ahora pues mira, como le han dicho que se tiene que poner chubasquero para comer queso… dice que no! que no es lo mismo,que es «ridiculo» , que a él le gusta estar cómodo para tomar queso. Asi que ná de ná!
Uyyyyyy Meri, nosotras estamos condenadas a estar a dieta de queso en nuestros embarazos, nos puede el miedo!!!! Hombre, cómo va a ser lo mismo un buen queso con chubasquero…eso es como si le echas casera a un reserva!!!! jajajaj me parto…
Jajaja me parto contigo, es que no hay color! Se acostumbran a lo cómodo y no hay tu tía!
Hombre, dónde va a parar!!!??? si, a lo bueno uno se acostumbra muy pronto!!!!
Jajajaja, me meo! Oye, q a mi señor esposo le pasaba igual, q decía q nanai durante el embarazo por si le hacía daño… Ni q la tuviera tan… Jajaja
Ahora es esporadiquisimo, pero picante picante, jajaaj para q dure el regusto, ajaja
Besos
Dilo dilo, ni que la tuvieran como rocco…se escribe así??? jajajajaja. Me encantra el palabro esporadiquísimo jajajaj una nueva variedad de queso jajajaja!!! míala picante picante dice!!!!
Jajajajajaj, muy bueno este post, me he reído mucho!!!! Es que después del parto no apetece mucho de comer queso, pero después hay que volver a comer más a menudo, jejeje!!!!
Pues si, ya se que hay que incorporarlo en la dieta, pero me da una pereza…que si no duermo, que si si duermo jejejej…
Jaja me parto! Ni siquiera quesitos? Jaja
Es cierto que cuesta volver a sentarse en la mesa ha disfrutar de un buen queso pero hay que intentarlo!
Nada de nada…ea tía la joia lactancia!!!! si cuesta, si…
Jaja ayy madre! A mi me pasa como a ti, en el primer. trimestre no tenia yo muchas ganas de queso y sin embargo en el segundo me apetecen de todo tipo: cabrales, fresco, gorgonzola… lo que me pongan. Veremos a ver que pasa cuando nazca la niña!
Pues me apeteció todo el embarazo, lo que pasa es que me declararon de riesgo en el segundo trimestre…aunque de todas formas con UPMF no hubiera colado!!!! y lo peor vino cuando nació UBMF. yo no tenía gana de comer queso nunca y ahora pues de vez en cuando…las hormonas y la lactancia hacen estragos con la líbido!!!
Yo soy quesera como tú, pero fíjate que en el embarazo anterior comí queso sin miramientos, lo que me apeteció, y en este sin embargo, me han «prohibido» comer los que estén hechos con leche cruda, es decir, ¡los más ricos!. Dicen que es por la listeria, que es muy peligrosa. Te pasan la pelota de la responsabilidad y claro, ¿tu que haces? pues aguantarte y no probarlos aunque te mueras de ganas, y de envidia cuando ves a los dos hombres de la casa poniéndose ciegos a quesos curadotes de esos duros que huelen desde tres calles mas abajo. Tendremos paciencia….
Y el sexo…qué tal???? jajajjajajaj
Ayyyy que fuerte que lo acabo de coger!!!! ayer te leí mientras estaba trabajando, de madrugada, tras varias noches de turno y con mas hambre que ni se, así que claro, ni me pare a pensar en más. Alguna cosilla no me cuadraba pero como lo leí con prisas pues no le di mas vueltas. Vaya pardilla!!! Jajajajajajaj. Ahora (otra noche mas pero mas espabiladilla y con menos curro) he caído en la cuenta al leer un tuit tuyo. Me parto, que chochón soy! Pues ahora si, te diré que el «queso» bien, no como tanto como antes de q llegase el Miniser pero o me quejo. A veces son pequeñas cuitas, otras buenos homenajes y procuro seguir probando nuevas maneras de comerlo en cuanto tenemos un rato libre, para que no se adormezca el paladar.
Hija mía y tu para que me lees a esas horas con lo que me gusta a mi liar las cosas!? Y encima con hambre!! Jajajaj pues veías queso por todos lados jejejej.
Pues eso está bien, no caer en la rutina queseril 😉
Jajaja me parto!!! Has conseguido que me vaya a la cama sonriendo (hoy ha sido duro).
Hay el «queso»… A veces cuesta recordar el sabor… Pero tienes razón, aunque sea uno ligerito, hay que intentar probarlo de vez en cuando jajajaja.
Es complicado, aunque parezca mentira…
Buenas noches!!
Buenooooo pues solo por eso, merece la pena que escriba!
Ni que lo digas, a veces hasta ni sé lo que es. Clarooooo aunque sea un piscolabis no hay que perder el vicio por el queso.
Besossss