Este jueves en Queriendo ser madre comparte su historia con nosotros…bueno, no hace falta ni que la presente, ella ya lo hace más abajo jejeje, además seguro que muchos de vosotros ya la habéis conocido nada más ver la foto, a qué sí!!??
En su historia os veréis reflejados más de uno, ya que a veces, no hace falta padecer enfermedad alguna o ser infértil o estéril para no tener un hijo cuando una lo desea. A veces basta con desearlo con todas tus fuerzas, pero que ese deseo no sea compartido en ese momento.
Eso que le ocurrió a Sonia, pero dejemos que nos lo cuente ella…
Queriendo ser madre. La Historia de La mamá de Álvaro
Me llamo Sonia y soy “La mamá de Álvaro”. Bueno, de Álvaro y “del nuevo”, que sigue sin nombre 😉 Tengo 35 años y siempre he querido ser madre. ¡Halaaa, qué exagerada¡ pensaréis algunos, pero es que no recuerdo ninguna etapa de mi vida donde no haya tenido clarísimo que de profesión iba a ser MADRE, así, en mayúsculas. Cuando tenía 6 años nació mi hermano pequeño y hasta hace poco me ha dicho “mamá chica”, para que os hagáis una idea… Y cuando tenía 20 años, antes de conocer al que hoy es mi señor esposo pensaba que si a los 30 no tenía novio ni pareja me hacía una FIV… Antes los 30 los veía muy lejanos y tener un hijo más allá de esa edad me parecía una locura… Yo no quería ser una madre vieja. La juventud es muy atrevida 😉
Cuando tenía 20 años conocí al que hoy es mi marido, nos enamoramos y vivimos una época muy feliz: terminamos de estudiar, empezaron los primeros trabajos, los viajes… Fue fácil enamorarse de él, siempre me ha tratado como una reina, siempre tan pendiente de los pequeños detalles… Además, nos complementamos perfectamente, quizás porque somos totalmente opuestos en casi todo.
Yo siempre le he hablado mucho mucho (hasta resultar cansina, la verdad) de los hijos. No me imaginaba la vida sin hijos y estaban presentes en muchas conversaciones. De hecho, cuando él empezó a trabajar en serio, es decir, que ya tenía más o menos asegurado el trabajo a mí me empezó a sonar el reloj de la maternidad cada vez más fuerte. Sin embargo, éramos jóvenes (yo tenía 25 y él 27) y decidimos esperar un poco más. Yo estaba por aquel entonces preparando oposiciones y trabajando a la vez y creía que era mejor asegurarme un porvenir e ir a por los niños más adelante.
Cuando cumplí 29 años nos casamos. A mi casarme o no siempre me dio igual. Para mi casarme es un mero contrato entre dos personas y me ponía mala solo de pensar en que mi futuro marido quería toda la parafernalia: iglesia, vestido, flores, banquete y muuuchos invitados.
Igual que siempre dije que sería madre también dije siempre que no me casaría y menos así… Con toda la pompa. Pero me casé… Me casé a cambio de una promesa: buscar un embarazo después de la boda, porque me empecé a dar cuenta que cada vez que sacaba el tema de los hijos mi marido se hacía el tonto o cambiaba de tema. Y yo cada vez me agobiaba más…
Nos casamos en octubre y me pidió de tregua hasta navidad para hacerse a la idea. Después hasta el verano y después otra vez hasta navidad y otra vez hasta el verano. Yo mientras tanto lloré mucho. Cada vez que veía una embarazada se me iban los ojos y como las que se embarazaran fueran amigas o conocidas mías me corroía la envidia. A veces no era capaz de decirles ni enhorabuena. Se que puede sonar fuerte pero es que yo deseaba ser madre hacía años, no tenía ningún impedimento para serlo y aún así mi marido sólo hacía darme largas.
Un día del segundo verano que pasamos casados, recuerdo que estábamos preparando un viaje a Londres cuando volvió a salir el tema… Bueno, lo sacaría yo, porque él… Y me dijo que si yo había pensado todo lo que iba a dejar de hacer cuando tuviera hijos (no dijo tuviéramos, dijo tuviera), que me iba a cambiar la vida y que él no estaba preparado para eso, que en realidad nunca habían estado en sus planes pero que se había dejado llevar. Nunca jamás en mi vida he llorado tanto.
Estuve una semana y pico en la que no podía dejar de llorar, me sentía engañada, desilusionada, decepcionada… Y me planté. Mi deseo era ser madre y lo iba a conseguir sola o con él. Ya no pensaba en nada más, no se me pasó por la cabeza que era el amor de mi vida, que me trataba como una princesa… Le dije que en dos días quería una respuesta, o aceptaba o lo dejábamos.
A los dos días me dijo que si, que en octubre nos poníamos a intentarlo. Casi me llevan los demonios. Estábamos en julio y de nuevo me pedía tres meses más, pero después me puse a echar cuentas y en octubre era perfecto porque así el niño nacería en junio, habría acabado el curso escolar y no tendría que darme de baja. Además estaba estudiando y ese año hacía las prácticas que también acababan a finales de mayo. Así que le hice creer que le daba tres meses más de tregua (soy mala, lo sé) y acepté octubre como fecha límite.
El 12 de septiembre fui a una revisión ginecológica para saber que todo estaba bien y el 15 de septiembre tuve mi última regla antes del embarazo de Álvaro. Y después… Después se suponía que me tenía que venir el periodo el 13 de octubre y no hizo acto de presencia. Cada día que pasaba (porque esperamos la friolera de 10 días antes de hacerme el test) yo iba poniéndome más y más nerviosa.
El fin de semana del 22 y 23 de octubre fuimos a pasarlo a Córdoba y yo estaba malísima. No era capaz de comer nada, todo me daba asco y tenía muy mal cuerpo… Cada vez que pasábamos por una farmacia a mí se me iban los ojos pero mi señor esposo, güevon donde los haya, me decía que esperáramos un poco más, que seguro que era un atraso… La negación de la realidad, jajaja. Pero a la vuelta a casa lo hice pararse en un pueblo antes de llegar y compré un test.
Iba leyendo por el camino las instrucciones y el cacharro me quemaba en las manos. Recuerdo que me dijo que esperara a hacérmelo con la primera orina de la mañana… Y una leche, iba a esperar… Fue lo primero que hice al llegar a casa y salió positivo. Él, que ni siquiera sabía que me lo estaba haciendo, cuando me oyó gritar en el baño, llorar, reír, saltar, todo al mismo tiempo no sabía ni que estaba pasando. Ocho meses y dos días después nació Álvaro. 51 centímetros y 3,640 gramos de felicidad compartida.
Yo creo que cada persona nace para una cosa en la vida y yo nací para ser madre. (Y mi marido nació para ser padre, lo que pasa es que no lo sabía, jaja) Jamás me he sentido tan realizada, tan completa y tan feliz como ahora. No echo de menos nada, ni los viajes (bueno, los viajes si, un poquito), ni las cenas, ni las noches de amigos, ni tener tiempo para mí (bueeeeno, eso también un poquito). Pero no cambiaría ni un ápice mi vida de ahora por la de antes. Tengo lo que más quiero: dos hombres que me quieren con locura, que me dan caprichitos sin conocimiento y que me llenan de besos y abrazos a todas horas… Y pronto serán tres.
FIN
¿¡Qué os aparecido esta historia de Queriendo ser madre!? ¿¡ Os ocurrió algo parecido!? Dejadme vuestros comentarios contándome vuestro caso…o mejor…
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Qué bonita historia!! Creo que la he leído sin parpadear 🙂
Ayyyy q bonito. Yo la entiendo perfectamente en lo de haber querido ser madre desde siempre, también es mi caso, también me planteé lo de ser madre soltera y también tenía «fecha límite» a los 30 jejeje ayyyyy el papá de Álvaro q remolón jejeje Feliz día! Muack!
Vaya con el maridín!!! jajajajaja. Me alegro de que todo esto llegara a buen puerto, porque me siento identificada. Siempre he querido ser madre. Y como dije en mi historia, si no recuerdo mal, yo salí con una persona que no quería ni oír hablar del tema, decía que las personas que queríamos tener hijos propios éramos unas egoístas por traer a un niño al mundo para que sufriera. Incluso estando con él, me planteé el ser madre soltera. Por que él sí podía tener lo que quisiera y yo no??? En fin, al final todo cayó por su propio peso, era imposible seguir juntos. Hace poco lo vi, solo, con sus cosas, y en ese momento miré a mi niña, pequeña, preciosa, el amor de mi vida, la que me quita las penas, la que me hace reír y llorar. La que es imposible que tenga ni un ápice de maldad. En fin, que me alegro de que este señor se diera cuenta y viera que también podía ser padre. Si es que…. jejeje.
Saludos
No sabes lo identificada que me siento!!! Yo desde que tengo memoria, he querido ser madre. Me planteé ser madre soltera para serlo ante jeje. No quería tener un gran puesto, ni salir de fiesta a diario, solo quería tener hijos…y como a ti, mi pareja me ponía trabas,peros,»espera»… me planté en 30 años y sin vistas de ir a por hijos tras 11 años juntos así que le di el ultimatum: O teníamos uno ya, o me iba a tenerlo sola. Y ahí está mi pequeño Noah jejeje. Ahora ando en ultimatums para el hermanito 😉
Bueno y digo yo una cosa…por qué no me cuentas tu historia yaaaaaaaaa
Gracias por contarnos un poquito…
Jaja pues porque no se me había ocurrido! Esta semana te la mando 🙂
La espero ansiosa!!! por fi por fi por fi…
Me ha encantado esta historia. Me suena un poco… Tengo más en común con Sonia de lo que yo sabía 🙂 Yo también he querido ser madre desde que tengo uso de razón, aunque no tengo hermanos. Y también tenia claro que si a los 29 no tenía pareja estable, me iba yo a buscar un voluntario para embarazarme (conocido, no cualquiera jaja) o a una FIV. Pero conocí al que hoy es mi marido…y aunque le costo convencerse un poquito, cuando yo tenía 28 me pidió matrimonio….y le dije que sí, si buscábamos embarazo «pero ya». El quería la boda primero y embarazo después, porque nos casábamos en chile y en españa, pero llegamos a un acuerdo. Intentaríamos una vez, un solo mes, que cuadraba justo con casarme aquí embarazada pero sin pasarse, y casarme en barcelona con un bebe de 3 meses….y dimos en el blanco jajajaja. Eso si, toda la familia piensa que nos prometimos por el embarazo y no al revés…pero qué mas da! 😉
Vaya con el Papá de Álvaro lo que te hizo sufrir, que manía tienen de dar largas.
Mi marido no tenía entre sus planes tener hijos (NUNCA) y mira ahora, que si le mareo un poquito tendríamos hasta un tercero jajaja.
Me ha encantando tu historia.
Besote.
Mi caso podría ser casi el contrario… Era mi pareja quien quería y yo la que no, aunque jamás le prometí nada sino todo lo contrario.
Entiendo que se tiene que pasar fatal, desear algo con todas tus fuerzas y que no te «dejen» pero lo importante es que ya tienes casi casi dos jaja
Jo que bonita historia! No se porqué pensé que se separaban, pero me alegra saber que todo salió bien! Una decisión tan clara tenía que salir bien!
Lo que te hizo pasar!, yo también he tenido muy claro lo de ser madre, y de tres por lo menos, de G. fue mutua la decisión, de la peque me costó convencer a papá, y el tercero, bueno habrá que esperar y ver que pasa.
Una historia preciosa Sonia. Besos
Ayyy qué bonito Sonia!!
Yo siempre he querido ser madre, y ahora que puedo y tengo todo a mi favor… Quiero esperar! Me ha dado penita leerte porque lo que hizo tu marido contigo es lo que yo hago con maridito… Pedirle tiempo, tiempo, tiempo… El pobre va aceptando, pero la verdad es que se que lo está pasando regular con la espera! 🙁 espero que me perdone por hacerlo sufrir tanto!
un besito!
A mi me tardó en aparecer el instinto. De hecho, de joven pensaba que no quería niños y ahora no imagino mi vida sin un hijo. ¡Cómo cambiamos!
En nuestro caso, fue el futuro papá el que planteó la búsqueda. Una vez en ello, también fue él quien planteó darse un tiempo para que mis migrañas remitieran… ¡Qué disgusto me llevé ese día! Porque en esos momentos a mi lo que me movía era que al menos estábamos buscando!
Al final hemos logrado el embarazo pero con no pocos disgustos.
ufff, yo soy tal cual…es más, si no fuera por dinero, tendría 6 hijos, supe siempre que quería ser madre, por encima de todo!!! Por suerte, mi instinto solo me ha hecho fijarme en hombres iguales…es más, durante 6 años salí con un chico que estudiaba medicina y que es pediatra, jajaja…aunque el hombre de mi vida es mi marido, que también es un apasionado de los niños como yo, y desde el minuto 1 de matrimonio, lo teníamos claro…Yo lo hubiera pasado fatal en el caso de Sonia, conociéndome, le doy un ultimátum fijo, jajajajaja
Sí que estuvo tiempo dándote largas! Menos mal que al final lo convenciste ?. Un beso a las dos!
Similar a la mía en rapidez! Yo no quería ser madre, pero cuando lo decidí si que si mi ultimátum. Lamentablemente no me hago mas joven con el tiempo así que si el no quería seguro habría otro dispuesto! Lo pensamos los dos un tiempo, y se decidió que si, que lo buscaríamos recién casados. En vista de que varios amigos tardaban decidimos adelantar la fecha de búsqueda y ala! Me quede embarazada! Así sin más, sin saborear la búsqueda como sin darme cuenta embarazo!
Pues si que muchas veces un@ piensa que no es lo que le toca y cuando le toca se da cuenta que toda su vida ha llevado a ese sitio! ?
Qué historia tan preciosa!!! Eso es perseguir un sueño y lo demás tonterías! Enhorabuena por esa familia que has creado! Me ha encantado leerlo!
¡¡Qué bonita la historia de Álvaro!!! Qué desesperación cuando una quiere ser madre, y no se recibe el apoyo desde el comienzo, pero después, es tanta la felicidad que se tiene con un hijo!!
Me parece alucinante las mujeres que siempre han tenido claro que querían ser madres. Yo antes de tener a mis hijos no creo que fuera una persona con mucho instinto maternal, pero en el mismo momento en que nacio Alejandra, surgió en mi ese instinto pero a lo bestia. Pena no haberlo tenido antes para tener a mis hijos mas joven, mas de lo que soy claro, jejejej.
Mira Sonia que sin querer tu marido ya vas por el segundo, te veo con un tercero, jejejejejee
Un abrazo fuerte para las dos.
Ayyyyyyy ese papi remolón!!!!!
Yo no habría podido esperar tanto para hacerme el test ni para buscar el embarazo, con lo impaciente que soy,jejejeej.
Lo importante es que ya está aquí y enseguida llegará el nuevo y sois felices, lo demás se queda para el recuerdo.
Un besito.