
La Historia de Carolina de Cool & Mum
Hace cinco años atrás , yo y mis veintitrés primaveras partimos rumbo a Inglaterra en busca de un nuevo comienzo, lo que prometía ser un futuro fascinante, lleno de diversión, amigos y cero preocupaciones. Me acababa de sacar el título de Tripulante de Cabina de Pasajeros, lo que viene siendo las Azafatas de vuelo de toda la vida vamos, y huía de una relación sentimental un poco loca, donde las faltas de respeto, insultos, gritos y hasta alguna infidelidad que otra era nuestro pan de cada día, y de un lugar pequeño y axfisiante donde lo más entretenido era ir al bar de moda del pueblo a poner a caldo a la guarrilla de turno, que horror!!! Sólo de acordarme me entra la depresión de vuelta.
Hacía dos semanas había llegado a casa de una familia Inglesa con tres niños, a trabajar de Au pair(niñera que vive en casa con la familia), cuando empezé a notar que algo no iba nada bien, mis reglas siempre habían sido muy irregulares, pero joder sesenta y dos días, para ser mas exactos, era demasiado. Así que esa mañana me levanté temprano como siempre y en cuanto el papá salió por la puerta de camino al trabajo, salí pitando a la única farmacia del pueblo a comprar un test de embarazo, o tal vez debería llamarlo “El TEST de EMBARAZO”. Bueno ahí estaba yo a las 7:00AM con un niño de dos años y una niña de uno, sentados en un carrito doble sin entender muy bien porqué su nanny les había sacado de casa en pleno invierno(allá por febrero), osea el mes más frío en Inglaterra, a esas horas de la mañana cuando ni siquiera el gallo había despertado todavía. Lo más increíble de todo es que la farmacia estaba a reventar de viejitos receta en mano, yo, tercera en la cola, y llega mi turno… todo el camino practicando la maldita frase y ahora voy y me quedo en blanco, genial!. Can I have a pregnancy test please?(Me da un test de embarazo porfavor?), y en una milésima de segundo sentí todas esas miradas sobre mi, seguro estaban pensando: Vaya Coneja la tía.
Pasado el momento bochornoso de la farmacia, corrí hacía la casa para descubrir de una vez si era que si o que no, aunque en el fondo desde la noche antes de partir a Inglaterra , cuando no se me ocurrió mejor manera de despedirme de mi pareja que echando un último ….., yo ya sabía que algo había cambiado, de hecho me acuerdo de haber comentado algo al respecto a mi madre en el coche de camino al aeropuerto, con su debida respuesta : -Anda no digas tonterías Carolina por favor que es muy temprano.
Dejé a los niños en el salón y fui al baño, 8AM, en menos de 3 segundos, casi que ni me da tiempo a parpadear , entre mis manos temblando sin control aparecieron las temidas dos rallitas rosas. Madre mía, todo lo que se me ocurrió fue llamar a mi mejor amiga en España, que preocupada cogió el móvil pensando que algo malo me había ocurrido, y claro después de tremenda noticia, quedó en shock total, tal y como estaba yo en ese momento. Lo siguiente que se me ocurrió hacer fue llamar a mi “Novio” por Skype, y darle la noticia, yo como siempre tan delicada y romántica, shock total de nuevo , mi siguiente víctima, mi madre, alegría total y comprensión, menos mal que alguien aportó un poco de cordura a la situación.
Y esta historia termina contándole todo a la familia inglesa , que vaya marrón, y volviendo al sitio del que llevaba años intentando salir y cuándo creía que por fin lo había conseguido , la vida va y me manda este regalito del cielo.
Ahora cinco años después todo me parece muy chistoso, pero realmente fue un embarazo duro, en el cual mi mente y mi corazón caminaban hacía lados opuestos y yo ahí en medio compadeciéndome a mi misma por mi mala suerte , ¿Porqué a mí?, era la pregunta que me rondó la cabeza durante los siguiente nueve meses y la única forma de salir de ese estado angustioso en el que me encontraba fue pensar que si Dios (y soy una persona muy creyente, que NO católica), me había bendecido, como suele decir la gente, con un hijo era porque mi destino no era Inglaterra , sino volver al lado de mi amado Julio Cesar y crear una bonita familia junto a él.
Finalmente el 5 de Noviembre del 2010, a las 8:10AM, dimos la bienvenida a Emmanuele con 3,900Kg, tras 12 horas y media de parto, seis de las cuales no recuerdo absolutamente nada debido al intenso dolor, y las otras seis me las pasé durmiendo después de recibir la bendita Epidural. Mi parto no fue nada maravilloso ni idílico, los doctores hicieron lo que les dio la gana conmigo hasta el punto de crearme una diástasis de los rectos abdominales (separación de abdominales permanente) ,y una Episiotomía* de 40 puntos en diferentes capas, que me impidió hacer vida normal durante varios meses.
Supongo que la inexperiencia, el ser joven, no haberme informado de absolutamente nada con respecto al parto y no prepararme para ser madre, me hicieron pagar el precio.
Y así termina esta historia de como una chica con miles de sueños grandiosos, termina siendo madre por sorpresa a los veintitrés años, sin tener ni puñetera idea de lo que era criar a un hijo. Agárrate que vienen curvas me dijeron.
Ahora no puedo ser más feliz con mis dos enanos y la familia que he formado. He seguido con mis planes y muchos de mis sueños se han cumplido. Quiero tener más hijos porque la maternidad me completa como persona y es maravillosa!
FIN
¿Qué os ha parecido!? ya os he dicho que os iba a gustar, es una historia de película contada por su protagonista con el humor que le permite ver lo acontecido desde la distancia y la felicidad que le proporciona su bonita familia.
Carolina muchas gracias por confiarme este trocito de tu vida y permitirme compartirlo con todos estos amigos que leen Queriendo ser madre todas las semanas….GRACIAS!!
Esta sección se marcha de vacaciones navideñas y ya no volveré a publicar ningún Queriendo ser madre hasta el año que viene. Espero que el 2016 esté lleno de historias felices y que por supuesto queráis compartirlas con todos nosotros jejeje. Las espero en mamarreir@gmail.com.
Vaya historia!!! Bueno, todo acabó bien y como bien dice, fue bendecida. Felicidades por ese gran regalo! 🙂
Saludos
Si, bendecida con una familia maravillosa.
La verdad es que es una historia increible, pero siempre sea la situación como sea, los niños traen felicidad.
Un abrazo.
Es verdad, al final un bebé siempre es una alegría.
Ya conocía la historia pero me ha encantado leerla de nuevo, Carol es genial, Emmanuele y Baby Enzo también, y su blog me encanta, jeje. Un beso para las dos!
Si, forman una familia genial.
a Carolina la sigo y no conocia esta histora, ha hecho un gran trabajo con Emmanuele, aunque haya llegado sin buscarlo
besos a las dos
Si que lo ha hecho, con su vida en general.
Besos a ti también.
A veces la vida nos pone en situaciones que no esperamos y que conlleva dificultades. Pero me quedo con todo lo que llena y compensa ser madre, y con la felicidad que aporta a pesar de que haya momentos delicados. Gracias por compartirlo
Es lo fundamental, al final hasta lo peor, por mucho sufrimiento…merece tanto la pena!
Hola!!! Luego me paso por el blog que tiene muy buena pinta. Yo también fui mamá joven, pero claro, de otra forma, queriendo y en casa, no lo supe en otro país y sola.
Al final los meses de angustia han dado algo muy bueno. Un beso y me ha encantado la franqueza con la que lo cuenta, no nos ha pintado una historia de color de rosa, lo pasó mal y fue inesperado, u mira ahora que bien le va, me encanta.
Fíjate la juventud en común y qué historias más diferentes. A mí también me ha encantado la forma de contarlo.
Ayyys no tenía ni idea de esta parte de la historia y me parece genial!!!! Qué bonita es la vida que a veces nos da un palo que no sabemos como encajar y poquito a poco de ese palo hacemos crecer un árbol! Y mira ahora qué feliz estás que hasta has decidido repetir y aún lo piensas pillina…jajaja
Me ha encantado leerlo! un beso a las dos Carol!
A veces por suerte todo se da a vuelta y pone las cosas en su sitio.
Gracias por descubrirme este nuevo blog Cool & Mum. Le he echado un vistazo y me ha parecido interesante, así que voy a seguirlo. ¡Un saludo Carolina y feliz día!
Hola Sagra, gracias por pasarte por mamá ríe. Seguro que Carolina te engancha con su blog, me alegro que te haya gustado.
Besossss
No conocía esta parte de la historia Carol! Lo bueno es que los años van dando perspectiva y mírate ahora, en London city, con Emmanuele y Baby Enzo! ^_^. Y el árbol navideño y la plastilina casera y…
Un abrazo 🙂
Jajajaja ahora está más feliz que una perdiz!
Muchísimas gracias a ti!!! Volver a leer la historia así me ha emocionado, hace tiempo la escribí y wow!! No me acordaba con la franqueza que la había escrito sinceramente….
Espero ayude a otras personas que la lean a entender que aunque ahora se sientan «perdidos» por un embarazo no deseado, no pasa nada, la angustia es normal y les ocurre hasta a las personas que planean un embarazo cuando finalmente lo consiguen, un hijo es una responsabilidad enorme para toda la vida y las mujeres siempre deseamos que todo sea perfecto para ellos, para nuestra familia….
Por propia experiencia digo que mi bebé completó mi vida, me hizo más fuerte, me centró para saber lo que quería y poder luchar por ello!
Un beso y gracias por compartir mi historia!! ?
Gracias por escribirla por tanta franqueza, seguro que si, que alguien se sentirá identificado. Uffff tuvo que se muy difícil, aunque mereció mucho la pena, verdad? Se te siente muy feliz.
Besossss
Fue difícil aceptar y sobretodo disfrutar de algo que no estaba en mis planes. Los primeros meses fueron duros, aunque también digo que desde que vi a mi bebote lo ame y se convirtió en el centro del todo! Ósea que si mereció la pena todo el caos finalmente, he repetido… Imagínate!! Jajaja. Un beso
Claro que merece la pena, si es verles su carita y se nos olvida todo.