A la invitada de Queriendo ser madre de esta semana seguro que muchos de vosotros la conocéis. Se trata de una amiga mamá bloguera a la que sigo con admiración desde hace mucho tiempo y a la que me une una amistad muy especial. Se trata de Dias de 48 horas, si aun no la conocéis, os animo a que os paséis por su blog.
Ella es mamá de Redondo, un niño guapísimo y cariñoso de casi 3 añitos y está a puntito de traer al mundo a su segundo tesoro TRex (no hace falta que diga que estos nombres son ficticios, aunque en el último caso no sé yo si la realidad superará la ficción).
La suya es de esas historias esperanzadoras que todos, los que hemos tenido o tenemos problemas para lograr un embarazo, deseamos para nosotros mismos, pero que pensamos que eso siempre les ocurre a otros. Bueno al menos ya podemos ser nosotros los que contemos «pues conozco a una chica que justo cuando iba a empezar con las pruebas, se quedó embarazada»…Pero, que sea ella misma la que nos lo cuente…
Queriendo ser madre. La Historia de Diasde48horas
Yo siempre tuve claro que quería ser madre, madre además de familia numerosa. Siempre dije que me gustaría tener tres hijos… aunque ahora que tengo uno y el segundo en camino mi marido se me quiere plantar. Unos meses antes de la boda empezamos a hablar del tema y en cuanto nos casamos decidimos que al año siguiente nos poníamos a ello. La píldora ya la había dejado hacía tiempo, en unas vacaciones que tuvimos se me olvidó en casa y ya no la volví a tomar. El caso, es que en el mes de Enero, justo seis meses después de dejar la píldora empezamos la búsqueda. Al principio, pecamos de sobrados, sobre todo mi marido, todo hay que decirlo. A él le parecía que iba a ser «chegar e encher» como decimos aquí, que iba a ser inmediato, vaya. El caso es que pasó el primer mes y me vino la regla. Bueno, no pasa nada, no va a ser a la primera, la próxima seguro que sí. Pasó el segundo mes y tampoco. Venga, no pasa nada, que a la tercera va la vencida, seguro. Pero a la tercera tampoco fue la vencida, ni a la cuarta, ni a la quinta, ni a la sexta…
Los meses pasaban pero el embarazo no llegaba y yo estaba cada vez más desanimada… aunque mi marido mantenía el optimismo. Empecé a buscar información en internet y gracias a Una Mamá Contra Corriente (http://mamacontracorriente.
Como de todas formas el embarazo no llegaba, al octavo mes de búsqueda improductiva decidimos ir a ver a mi ginecóloga. Ella, en principio me dijo que no tenía porque haber ningún problema, que hasta el año de búsqueda se consideraba algo normal, así que me recetó ovusitol para fortalecer los óvulos, según me dijo, y nos mandó volver si para finales de año no llegaba el embarazo. Pero ni con ovusitol ni si él, llegó diciembre y el embarazo seguía sin llegar. Llegados a este punto mis ánimos estaban por los suelos, yo estaba convencidísima de que el embarazo no iba a llegar nunca y que no podría cumplir mi sueño de ser madre.
Volvimos a ver a mi ginecóloga y nos dijo que íbamos a empezar a hacernos pruebas para ver si había algún problema. Recuerdo que fue una época de muchísima incertidumbre… y también pesimismo por mi parte. Mi marido se hizo un espermiograma y yo unos análisis de sangre y una histerosalpingografía (http://es.wikipedia.org/wiki/
Al final, al saber qué pasaba, seguro que os tranquilizasteis y eso ayudó, en parte a que todo esto llegara. Felicidades a la feliz pareja, por ese primer milagro y por el segundo que llega!!!
Yo me puse en lo peor al tercer mes, cuando pensé que no estaba y que no era normal, ya que en mi familia, las mujeres se preñan con solo mirarlas. Resultó que yo era más o menos igual, sin saberlo!!! 😉 🙂
Saludos
Ayyyyy tres meses!!!…yo no sé de donde saqué tanta paciencia para estar años esperando!!!
Me alegro de que al final todo fuera bien, Días de 48 Horas. Me has puesto el corazón en un puño.
Que bonita historia. Me encanta que tengan final feliz 🙂
Ay, muchas gracias por contar mi historia Carol!! Y por los piropos que me echas también jejeje. Ha sido un placer aportar mi granito de arena al QSM. Un besazo!!
tiene que ser complicado cuando quieres y no puedes. me alegra que tuviera un final feliz! un abrazo a todas
No sabía esta parte de la historia, pero mola que la solución fuera tan fácil. Da muchas esperanzas.
No conocía esta historia de días de 48 horas, me ha gustado conocer algo más.
Me alegro que al final todo fuera sin tratamiento. Besos
Dias de 48 horas,no sabía que tu eras del club de las que nos costo quedarnos jeje,me alegro que no tuvieras que hacerte ningún tratamiento al final,sería un subidon enorme!
Besos
Pues sí, nos costó bastante… y cuando por fin nos quedamos fue toda una alegría, fue un momento memorable 🙂
De todas formas, esta segunda vez yo estaba mentalizadísima de que nos iba a costar mucho, pero al final fue todo más fácil y tranquilo… y rápido, sobre todo jeejje. Besos!!
Qué alentador!!!! Los superaron las dificultades y ahora comparten su vida con un tesoro y otro que está al caer.. Enhorabuena. Un besito.
Mi historia en el primer embarazo es super parecida, porque estuvimos casi un año sin conseguir embarazo y cuando ya me dieron cita para el hospital para comenzar con las pruebas, justo me quede embarazada de Alejandra, así que no llegue a la primera cita.
Un besote enorme para ti Carol y otro para días de 48 horas.
Pues historias parecidísimas si 🙂
Otro beso para tí guapa!!
¿Te puedes creer que sigo su blog casi a diario y no sabía que había tenido problemas para concebir?
Ala!!! No tenía yo ni idea de esta historia y me ha encantado conocer un poco más a díasde48horas! jiji!
Me la estoy imaginando dando el bote en la cama con el termómetro en la mano y me da la risa! Que bien que la historia tuviera un final feliz, y ahora mismo doblemente feliz!
Como somos las mujeres con el embarazo! Yo era super pesimista por mi síndrome de ovario poliquístico, y a lo tonto me quede embarazada a la primera. Y a pesar de eso sigo teniendo miedo de que el segundo tarde en venir cuando nos pongamos a ello!
Pues sí, casi me quedo clavada en el techo de la potencia del salto jejejeje. Esta vez fue todo mucho más fácil, la verdad… a la tercera que nos quedamos, menuda sorpresa que me llevé, creía que la cosa iría para largo 🙂
¡Qué historia! La verdad que cuando te empiezan con que te va a costar y luego llega, es un alivio. Besos a las dos!!
Supongo que cuando te dicen que tienes problemas para conseguirlo la sorpresa y la alegría tienen que ser dobles, que guay